Sabor miedo...
Es el sabor que tuve esta madrugada cuando estuve en aquel lugar clandestino buscando cosas no aceptas por la ley despues de las 2am. ( Alcohol).... Maldita Ley... siempre lo diré..
Sabor a miedo tuve al momento que me lancé a la aventura.. sabor a miedo tuve al esconderme detrás de un árbol para que la policía no me viera....
Sabor a miedo tuve cuando entré aun sabiendo que el happy hour se había acabado " 3 horas " antes de yo llegar.
Sabor a miedo tuve cuando bebí.. bebí y bebí cuando estaba escondida en aquel cuarto.. y los policías en la puerta merodiando el lugar.
Sabor a miedo tuve cuando me dijeron.. Shhhhh... los policías se darán cuenta.
Sabor a miedo tuve cuando me monté en aquel carro sin saber mi aparente rumbo. Sabor a miedo tuve cuando terminé mojada por cada gota de agua que caia del cielo.......
Me gusta el sabor a miedo ???..... Me encanta.. me encanta ocultarlo... pero a final de cuentas i love it.... Solo esperaré mi sigte aventura de sabor a miedo.... Pero tengo que admitir que no todos los sabores a miedo son aceptados.
* Pic: Sandra Ramos.
1 Comments:
ja ja ja
me recordaste una practica de campo en la ciudad de Oaxaca. Como buen universitario termine chupando mezcal, un licor más fuerte que el afamado tequila, en la madrugada . Yo me quede dormido y los dos cuantes con lo que compartía habitación siguieron tomando hasta las 6: 00 de la mañana, hora en la que nos movimos a neustro hotel. Ahora, al pasar del tiempo, estoy seguro de nuestro hotel estaba a cuadra y media del otro, pero como no lo intuimos dimos un rodeo hacia el zocalo de la ciudad y pasamos justo enfrente del cuartel general de la policia municipal. Hubieramos pasado como si nada de no ser porque ibamos cargando a uno de nuestros amigos. Nos pidieron que nos orillaramos a la orrilla (chiste mexicano: "carro negro oscuro, orillese a la orrilla") y nos la hicieron de a jamón. Trajeron una de esas camionetas blindadas y abrieron su puerta para decirnos que nos remitirían al MP si su jefe así lo quería. Mi amigo sobrio y yo dialogamos con los polis para ver si podíamos "ayudarlos a que nos ayudaran" y empecé realmete a preocuparme cuando nuestro amigo borracho les dijo: "ustedes digan cuanto"y ellos dijeron: "nada, aqui no somos como los chilangos" ( así se les dice a los de la capital). Entraron a hablar con su mentadisimo jefe y en ese instante nuestro amigo borracho, sin poder contenerse más, vomito justo en la puerta del cuartel. Mi otro amigo y yo vimos, atonitos, la mancha en el piso mientras que cada uno pensaba: ya fue...
Increiblemente los policias nos dejaron. Solo querían divertirse un poco...
Post a Comment
Subscribe to Post Comments [Atom]
<< Home